Ya desde hace tiempo en mis reflexiones he estado
haciendo énfasis en vivir el presente, escuchar el corazón y disfrutar cada
pequeño detalle que esta en nuestro espacio, en la dimensión que somos capaces
de observar; disfrutar de lo básico de la vida, lo que nos une como
humanidad... la música, el amanecer, la amistad, el amor.
En este disfrutar y estar en el aquí y el ahora, he
mejorado mi capacidad de observar mas allá de las coincidencias, y así me he
dado cuenta de una frase que acompaña en este momento a varias personas
cercanas a mi..."Un día a la vez".
¿Que pensar al escuchar o leer esta frase? ¿Que sentir? Yo
que vengo de un entorno en donde se promueve verse en el futuro, planificar,
proyectar, construir a mediano y largo plazo, esto de un día a la vez como que
es ir a otra velocidad, en otro mundo.
Entonces revisando los proyectos de vida, los proyectos
laborales, los proyectos sociales, me encuentro que nos movemos en un espectro
continuo que va desde un día a la vez hasta que quiero en 5, 10, 15 o X numero
de años.
El reto es no quedarnos anclado en algún punto extremo,
sino tener la flexibilidad y desarrollar la maestría de saber cuando es
oportuno estar en que parte de esta línea del tiempo. Darnos cuenta cuando
nuestros miedos, nuestras creencias, nuestros "como les llames" te
paralizan y no te permites fluir con el ritmo de la vida.
Y así como sabiamente el Libro del Eclesiastés en su Capítulo 3 nos habla del Momento Oportuno... "Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol..."; así sabemos que hay un
tiempo para amar y ser amado, un tiempo para perdonar y ser
perdonado; y aprender que hay un tiempo para pensar en los meses o años que
tenemos por delante, un tiempo para planificar como llegamos allí, un tiempo
para vivirlo un día a la vez.
Y así comprenderemos que Un día a la vez se construye una Vida.