@geralguedezg

sábado, 23 de marzo de 2013

Nuestra responsabilidad ahora: Ciudadanos más que individuos

Esta semana me han llegado varios regalos, desde donde escribo esta reflexión sobre nuestra posibilidad como ciudadanos de hacer cambios en nuestro entorno, haciéndonos corresponsables de la vida que vivimos, la comunidad que construimos con nuestras acciones, desde donde se desprende el país que transitamos.

Si has tenido la oportunidad de leer mis artículos, puedes encontrar el factor común entre ellos de estar dirigidos en su esencia a la posibilidad siempre latente de decidir como quieres que sean tus días, orientados al ser como individuo social, buscando obtener un mejor vivir.

Hoy me detengo a escribir desde la mirada de nuestro impacto en la comunidad, de esa capacidad de hacer cambios para una mejor convivencia. He escuchado a muchas personas decir que un individuo no puede cambiar el mundo, yo creo lo contrario, desde tus acciones puedes cambiar tu mundo y el mundo de otros.

Cuando pensamos holisticamente, desde el todo para el todo, comienzan a suceder "milagros", escuchando declaraciones de hacerse responsable cada quien de sus actos, incorporando la congruencia en el sentir, pensar y actuar; desde aquí las conversaciones son más poderosas, constructivas, desde aquí podemos tener juntas de condominio más efectivas, reuniones entre sindicatos y patronos desde el respeto, cada quien aceptando al otro como un legítimo otro, como un todo en su ser. Como dice Marianne Wlliamson .... "la gente nos escuchará desde el nivel en el cual les hablemos. Si hablamos desde la cabeza, ellos escucharán con la cabeza. Pero si les hablamos desde el corazón, entonces ellos escucharán con el corazón. Y el corazón es un espacio que no se puede falsear".

Y es desde este espacio que resalta nuestro gran poder como ciudadanos, es desde aquí que podemos atender más allá de los síntomas, irnos a la verdadera causa, entendiendo que la agresión de muchos es la falta de amor, la consecuencia de ser ignorados o maltratados, y cuando mostramos que hay otra posibilidad, cuando genuinamente escuchamos las peticiones y reclamos de alguien, ya estamos dando el primer paso hacia la construcción de una mejor comunidad.

Cuando tomamos consciencia de nuestro rol en todos los ámbitos de nuestra vida, en tu familia, en el condominio, en la comunidad a través de asociaciones civiles, en las escuelas, en la política, desde la participación activa de la escogencia de tus líderes; cuando estamos realmente presentes tomando parte activa de lo que sucede en nuestro aquí y ahora, la respuesta natural es un entorno influenciado, sólo debes decidir desde donde quieres influenciar, pues es muy sencillo el buscar en otros que sean correctos, atentos, amigables, amorosos; más a veces no somos lo que predicamos, y desde allí nuestra influencia no es poderosa.

Esta corresponsabilidad nos abre posibilidades infinitas para construir un mejor vivir, nos permite ser actores, protagonistas de nuestra película, existen miles de maneras de poder colaborar, de aportar a la construcción de una mejor sociedad, el solo hecho de ocuparte de ti y de los seres humanos que están cerca es el primer paso.

El abrirte a esta posibilidad hace que comiencen a aparecer las oportunidades de decir ¡Aquí estoy! ¡Cuenten conmigo!. Pruébalo, te aseguro que te contagiarás como yo de esta forma de vida, en donde existimos porque nos podemos ver reflejados en el otro, creando un mundo mejor para los tuyos y los míos, es decir para los nuestros.